LA MALDICIÓN DE LOS 3

Cuando eres niña te enseñan muchas verdades que vienen de a 3. Que la regla de 3 es importante para resolver problemas matemáticos, que tocando 3 notas juntas puedes formar un acorde, que algunas religiones se basa en una trinidad, que tenemos 3 grandes comidas al día y que tanto las buenas como las malas noticas vienen de a 3. 

Lo que nadie te enseña es que las relaciones también se basan bajo ese principio. 

Asi como tu primer contrato de trabajo dura 3 meses, ese es el mismo tiempo que tiene que perdurar una relación para considerarse como algo serio. “La maldición de los 3 meses” le llama Soledad, mi roomate. Ella, sabia cazadora y mítica miembra del club de las #mujeresalborde tiene claro que pasada esa barrera, uno puede respirar aliviado sabiendo que por fin puede mostrar que hay detrás de la máscara. 

Y es que siendo honestos, hoy en día en 3 meses ¿cuánto de nosotros mismo mostramos al otro?

Últimamente mis relaciones no duran más de un mes. Yo les llamo las del “Mago Precoz” porque basta con un par de polvos para que desaparezcan. Si hago un poco de auto análisis escojo las relaciones destinadas al fracaso porque me gustan los retos. O simplemente soy demasiado intensa, lo cual atrae a su vez, mayor intensidad. 

Cuando crees que hay química pero de pronto te cachetea el famoso “ghosting” es el momento en el cual me declaro la invicta ganadora del sentimentalismo intenso.

Ya me lo dijo un buen amigo. “Lo que empieza muy rápido acaba más rápido aun”

Ahí solo toca parchar el corazón con curita y obsesionarte por un tiempo con la idea del ”Quizás si…” 

Con el tiempo y con las citas de paso he aprendido a ser metódica. Ningún índice de cariño sincero en la primera cita, hacer más preguntas que responder respuestas y mantenerte en el límite de las cuatro cervezas. Si no te interesa, anda a su casa y si te gusta huye sola a la tuya.

 Si la teoría funciona, tendrás una segunda cita y una alerta mental diciéndote que empieza el conteo de la “Maldición de los 3”.

Sin embargo, yo nunca he sido muy fan de las teorías. 

Ni de aguantar pura mierda. 

El problema con el amor en la actualidad es que nadie quiere enseñar su corazón y ponerlo en bandeja.

El problema conmigo es que doy mi corazón sin pensarlo dos veces.

A estas alturas del juego he aprendido a quererme lo suficiente para no tener nada que ocultar. Cuando me arreglo, es para mi y cuando me presento voy al ruedo sabiendo que esto “Es lo que hay”. No hay mayor satisfacción que mostrarte sin maquillajes, ni trucos, ni filtros de Instagram. 

Y aunque no hayan garantías de salir ilesa, esta kamikaze del amor prefiere amar por un mes que sobrevivir a 3.  

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