LASAGNA CUMPLEAÑERA

INGREDIENTES

  • 400 gramos de pasta fresca para lasagna 

  • 400 gramos de queso mozzarella (2 bolas aprox)

  • 100 gramos de queso parmesano

SALSA DE CARNE

  • ¼ Kg. de carne molida

  • 1 cucharita de ajos molidos

  • 1 taza de cebolla picada en cuadritos (bien cocida)

  • 4 cucharadas de perejil (1/3 taza)

  • 2 cucharadas de mantequilla

  • Sal y pimienta

SALSA DE TOMATE

  • 4 tazas de cebollas picadas

  • 1 zanahoria grande rallada

  • 2 dientes de ajo molido

  • ¾ kg. Tomate pelados y picados (lo que sale al picar: jugo y semillas se cuela y eso es el jugo)

  • El jugo de los tomates

  • 100 gramos de jamó ingles picado

  • ½ cucharadita de azúcar

  • 1 cucharadita de páprika

  • 1 ramito compuesto: tomillo, laurel(2 hojas), perejil (bastante)

  • 1 taza de caldo de verduras (puede ser de cubito)

  • 1 taza de vino tinto

  • 3 cucharadas de hongos secos remojados en vino

  • ¼ cucharadita de canela molida

  • ½ taza de salsa de tomate

  • ¼ taza de aceite

  • Salvia y romero (1 pizca)

  • Sal y pimienta

SALSA BECHAMEL

  • 100 gms de mantequilla

  • 4 cucharadas de harina

  • 3 tazas de leche evaporada

  • 10 cucharadas de queso parmesano

  • 3 yemas

PREPARACIÓN

Mi cumpleaños siempre vino con un solo deseo culinario: Lasagna de carne. Y mientras toda la familia se sentaba feliz en una mesa de San Ceferino, yo solo tenía un reto en mente: Terminar el plato entero de ese paraíso de queso y carne. Nunca pude hacerlo, lo cual me valía de excusa para regresar al año siguiente. 

Tradiciones, algunos le dirían. 

En una cacerola se derrite la mantequilla. Cuando la cebolla está cocida hasta verla transparente, se añaden los ajos, perejil y la carne hasta que cambie de color.  Se guarda para más adelante, para la sorpresa que viene. 

Hacia los 27 años andaba en una historia complicada con Miguel, un manchego que llegó a mi vida en un muy mal momento, pero esa es otra receta. Cuando decidimos hacer un road trip hacia el Cantábrico con Miguel y la pandilla regular, yo ya estaba más fuera que dentro de esa relación, al igual que él.

Así que al llegar a San Sebastián, decidí ponerle pausa a mi vida por una noche. Necesitaba una nueva historia, aunque sea por unas horas. Salir de mi realidad y lanzarme al mar de hombres que aguardaba la noche vasca de verano.

Un viernes a la noche, las chicas salimos por nuestra cuenta en búsqueda de aventura. 

Para la salsa de tomate, se añaden las cebollas una vez que el aceite esté caliente, luego sal, pimienta y el ajo molido. Cuando este transparente, se agrega el jamón, zanahoria, salsa de tomate, el ramo de hierbas, paprika, canela y azúcar. Mezclar bien. Luego viene el tomate con su jugo, los hongos (incluyendo el vino) y el caldo de a pocos. La mezcla se hierve por 30 minutos y luego va a la licuadora. Dentro va la carne. Primera salsa lista. 

Luego de una marea de bares y gin tonics terminamos en un bar de tapas para reponer energías. Soledad fue la primera en verlo: pelo largo desarreglado, chaqueta de cuero, levis entallados y una sonrisa peligrosa.

El juego había comenzado. 

Hay momentos en la vida en que las cosas suceden con el poder de la mente. Lo miré y sonreí, levantó su copa de trago y se acercó.  Me preguntó de donde venía. Le dije que era una espía con una misión. Me dijo que era músico y que su banda iba a despegar. Le conté de la escena musical en Lima. Me contó que había vivido unos meses en Chimbote. Le dije que me gustaban sus ojos. Me dijo que le gustaban mis labios. Nos reímos sin saber por qué. 

Leo era su nombre. Una mezcla de bad boy inglés y romántico empedernido. Hijo de brasilero e inglesa. El calor y el frío. La temperatura perfecta. 

- Un gin tonic más, por favor. 

Ahora para la bechamel se pone la mantequilla en una olla, y luego la harina, batiendo constantemente se agrega la leche y una por una las yemas de huevo. Se termina con el parmesano. con la bechamel hecha, la pasta se cocina en agua con sal y 2 cucharadas de aceite, de dos en dos y por cuatro minutos, se saca la pasta y se pone en un tazón con agua fría.

Sin darnos cuenta, un bar llevó a otro. Comenzamos a bailar. Bailaba tan mal que bailaba bien. Le enseñe a mover las caderas mientras que nuestros vasos de whisky se derramaban por la pista de baile de ese bar lleno de oportunidades. Yo, que había olvidado mi vida pasada por esa noche, no noté cuando llegaron los chicos a la puerta del bar. Cuando Soledad me dijo las noticias, de pronto sentí como me golpeaba contra una piscina vacía. 

- Are you gonna kiss me or not?

Y entre whiskies derramados besé a Leo con todas mis ganas, agradeciéndole el tiempo detenido. Una bonita historia. 

Lo que no me imaginé es que iba a salir conmigo y presentarse a todos los chicos, incluyendo Miguel.

Ahí fue cuando decidí hacer lo que mejor sabemos hacer las #mujeresalborde: actuar como si nada. 

¿Cómo terminamos en la peor discoteca de San Sebastian todos juntos?

Eso nunca lo sabré, lo que sí se es que el alcohol que seguí bebiendo me permitieron bailar con Leo, aunque Miguel mirará, aunque dijera que no le importara, que solo eramos amigos, que yo podía hacer lo que quiera. Leo entendió la situación y aunque yo no dije nada su única frase luego de darme un beso de despedida fue:

- Let's go to the sea, I'll wait for you there, you just have to come. 

Me encantaría decir que fui al malecón a darle el encuentro. Que nos reímos y besamos el resto de la noche hasta ver el amanecer juntos. Que hablamos de nuestros sueños y todas las cosas que suceden en las películas románticas que veo a escondidas desde niña. 

La verdad es que no fui en búsqueda de Leo. Buscarlo sería romper la ilusión de la noche, hacer real algo que nunca iba a ocurrir, huir de mis miedos y demonios. 

Porque él se iba de gira por el mundo, y yo...yo tenía que terminar con Miguel algo que nunca debí empezar. 

Enmantequillar un molde grande y armar la lasagna de la siguiente forma: primero un poco de salsa de carne, luego pasta, salsa blanca, queso parmesano con mozzarella rallada, pasta, salsa de carne con parmesano, pasta, salsa blanca queso parmesano con mozzarella rallada,pasta, salsa de carne con parmesano y mozzarella. Tapar con platina y meter al horno moderado de 15 a 20 minutos. 

Meses después caminando a casa vi un poster con el nombre de su banda. Se presentaban una noche en Barcelona. Soledad, quién fue mi complice desde el inicio me acompañó, y en esa sala oscura de una discoteca lo vi cantando. Mismo pelo desarreglado, una barba más grande y la sonrisa peligrosa. Fui acercándome al escenario y hacia la última canción de la noche cruzamos miradas. Le sonreí. Me sonrio. 

Por diez segundos solo existimos Leo, la música y yo. 

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